¿Sabes cuántas bacterias puede haber en una nevera?

24/07/2019

No es un secreto, las bacterias conviven con nosotros, pero en lugares como las neveras es importante tenerlas controladas y evitar que se concentren muchos patógenos, ya que no hacerlo puede afectar a nuestra salud y causar alguna intoxicación alimentaria como las que causan la Listeria monocytogenes, el campolybacter o salmonella.

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En la nevera pueden llegar a convivir una cantidad importante de bacterias

¿Qué pasa con las neveras?

El principal problema suele concentrarse en neveras viejas, y no está relacionado con la mayor o menor higiene que evidentemente influye, sino en la temperatura que son capaces de mantener. Por ejemplo, para mantener a raya a estas y otras bacterias, hay que tener una temperatura mínima de 6 grados, y aún es mejor si es de 5, según apuntan la Sociedad Española de Seguridad Alimentaria (Sesal). Y la mayoría de frigoríficos viejos suelen tener temperaturas superiores, algunas incluso por encima de los 8 grados.

Otro problema que favorece que haya bacterias en las neveras es la falta de homogeneidad de las temperaturas en las distintas partes de las neveras más viejas. Para hacernos una idea de lo que sería recomendable para prevenir posibles intoxicaciones causadas por bacterias u hongos, los productos frescos poco perecederos deberían estar a una temperatura de entre 3º y 4º, alimentos como lácteos, conservas ya abiertas o embutidos, mantenerlos entre los 2º y 3º, alimentos como carnes y pescados, entre 2º y 1º, y los alimentos congelados entre 1 grado y 24 bajo cero.

Aún así, según apuntan los expertos, en una nevera se pueden concentrar aproximadamente de 10 a 100 millones de bacterias por centímetro cuadrado, especialmente en las zonas más húmedas, así que, si esta no cumple los requisitos mínimos de temperatura, y sobre todo unas pautas de limpieza e higiene, este número puede aumentar exponencialmente.

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Las manos, y el contacto con alimentos son una de las fuentes de contaminación en alimentos y neveras

Para evitar que esto ocurra, además de limpiar y comprobar la temperatura, hay algo más que se puede hacer, y es mantener una correcta higiene de manos a la hora de coger productos del frigorífico, ya que como bien sabéis, las manos son las máximas responsables de transmisión de bacterias.

En cuestión de salud, no hay que jugársela.