Cómo limpiar las sillas de la oficina

15/03/2019

Tal y como hemos visto en anteriores ocasiones, la limpieza de los espacios de trabajo es esencial para el bienestar y buen rendimiento de los trabajadores, es por ello que uno de los objetos sobre los que también hay que centrar la atención, son las sillas de oficina.

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La limpieza de las sillas de las oficinas influye en el bienestar de los trabajadores

Las sillas de oficina además de polvo, pueden acumular otros tipos de suciedad como manchas de distintos tipos. Así pues, para realizar una limpieza eficiente es recomendable seguir tres pasos:

  • Retirar el polvo.

Como en la limpieza de cualquier otro objeto, antes de empezar con una limpieza más profunda, hay que retirar el polvo acumulado en la superficie de la silla. Para hacerlo se puede usar un paño en seco o una aspiradora.

  • Limpiar respaldo y asiento.

Para la limpieza de esta parte hay que tener en cuenta el tipo de material. Si es una silla tapizada y existe la posibilidad, hay ocasiones en las que es conveniente destapizarlas y lavar los rellenos. En caso de que no fuera posible hacerlo, se pueden limpiar con una esponja humedecida con agua y jabón líquido, pasándola de dentro hacia fuera, siempre que la suciedad no sea excesiva. Cuando la suciedad si es considerable, entonces ya habría que usar otros productos de limpieza como por ejemplo el champú para tapicerías NETTION FR-50, el limpiador neutro sin espuma NETTION SST que es igual de efectivo pero no hace espuma o el limpiador de tapicerías DETERSOL TP-10, un detergente muy eficaz y versátil para eliminar la suciedad de cualquier tejido.

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La limpieza de las sillas de polipiel es recomendable hacerla con un jabón neutro

Si el material de las sillas de oficina es polipiel, entonces se puede usar un paño humedecido con agua y jabón neutro, bien escurrido, y al acabar sécalas.

  • Limpiar las ruedas (si las tuviera)

Si se desea hacer una limpieza más a fondo se pueden desmontar las ruedas, de este modo será más fácil retirar aquellas posibles pelusas que puedan haberse quedado allí. Posteriormente lavarlas con agua y jabón y recolocar tras secar. Si no se van a quitar, sencillamente puede valer con la última parte de la operación.

¡Y listo!